Omar te recordaré con mucho cariño por siempre. Me quedo con tu risa festiva, con tu sencillez, con la manera valiente, confiada y entusiasta como afrontaste la adversidad, con esa personalidad bondadosa donde no cabía la crítica hacia nadie ni el negativismo. El cielo y tus amados padres, don Pacho y doña Lucila deben estar de fiesta con tu llegada. Un abrazo para tus hermanos, esposos y sobrinos, para todos tus amigos y personas que te amaron. Paz en sus corazones porque a él no le gustaba la tristeza.